Fiel al gobierno constituido, luchó contra la rebelión escobarista en el norte del país, con el grado de mayor médico cirujano. Cumplido su obligado lustro de servicio militar, retorno a su tierra natal San Francisco donde él dedicó el resto de su vida a una notable labor altruista: mejoro el Hospital Civil y los servicios de la Cruz Roja, institución que atendió personalmente, además de fundar varios dispensarios médicos.
Incursionó en la política, siendo Presidente Municipal en el bienio 1944-1945; también obtuvo una curul en el Congreso de la Unión y otra en la Legislatura guanajuatense, destacándose como un gran orador por su fogosidad parlamentaria, luchando por las clases más desposeídas.
Realizó una brillante carrera literaria, publicó en 1956 su primer libro; Hermenegildo Bustos, vida y obra, editado por la Universidad de Guanajuato. Dio a la estampa también un opúsculo bibliográfico del padre José María Juárez, y en 1964 vio la luz el que sería su último libro: Victoriano Rodríguez, poeta de las muchedumbres, rescatando del olvido a este malogrado poeta francorrinconés.
Dejó inéditas varias obras, casi todas relativas al desarrollo político, social, cultural y anecdótico de San Francisco. Publicó gran cantidad de artículos en los diarios regionales, especialmente en El sol de León.
Aquí puedes conocer la historia del mpio. de Sn. Fco. del Rincón, Gto.
viernes, 28 de febrero de 2014
LA GLORIA
El conocimiento de asentamientos prehispánicos en nuestro municipio es muy reciente, pues los primeros datos acerca de pobladores indígenas los dio Don Wigberto Jiménez Moreno en los años treinta, en su obra Historia Antigua de León. En esta obra se presenta una fotografía con piezas arqueológicas, una de las cuales es una vasija de barro encontrada en un coecillo del Sauz de Armenta, junto con un sartal de cuentas de barro. Don Wigberto atribuye dichas piezas a la obra de los otomíes o de los purépechas.
La primera investigación de esta zona fue a instancia del C. Francisco Orozco Muñoz, realizada por el arqueólogo Eduardo Noguera en el año de 1934.
En 1945, Noguera escribió un artículo en los Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el cual da una descripción de este sitio arqueológico.
En la ciudad de San Francisco del Rincón, Guanajuato, se encuentra una comunidad conformada por pequeños cerros que forman parte de un sistema de elevaciones sobre la llanura. Sobre la eminencia de mayor altura, llamada cerro del Burro”,se hallan los vestigios arquitectónicos de la época prehispánica. Aproximadamente a 30 kilómetros, en la dirección suroeste de la ciudad de San Fco. Del Rincón.
En 1978, con motivo de la construcción de la presa de La Gavia, el Departamento de Salvamento Arqueológico del INAH intervino en la zona, estudiando, entre otros, el sitio de La Gloria.
El arqueólogo Sergio Sánchez Correa, describió el sitio en concondancia con Noguera, como de características netamente defensivas en su ubicación, para protegerse de las agresiones de grupos rivales. En la prospección del sitio encontraron vestigios de hornos cerámicos, cimientos para habitaciones con restos de muros de grandes adobes, lo cual permitió considerar al sitio como manufacturero de cerámica y de relevante importancia en la región.
Estos rasgos permitieron a los arqueólogos situar la región de La Gloria desde una ocupación que, procede del Clásico temprano (200-450 d.C.) o antes, es continua, presentando su mayor auge poblacional hacia el Clásico tardío (550-750 d. C.) y probablemente del Posclásico (800-1200 d.C.). Esto se infiere por la presencia de elementos teotihuacano idees protocoyotlatelcos.
La primera investigación de esta zona fue a instancia del C. Francisco Orozco Muñoz, realizada por el arqueólogo Eduardo Noguera en el año de 1934.
En 1945, Noguera escribió un artículo en los Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el cual da una descripción de este sitio arqueológico.
En la ciudad de San Francisco del Rincón, Guanajuato, se encuentra una comunidad conformada por pequeños cerros que forman parte de un sistema de elevaciones sobre la llanura. Sobre la eminencia de mayor altura, llamada cerro del Burro”,se hallan los vestigios arquitectónicos de la época prehispánica. Aproximadamente a 30 kilómetros, en la dirección suroeste de la ciudad de San Fco. Del Rincón.
En 1978, con motivo de la construcción de la presa de La Gavia, el Departamento de Salvamento Arqueológico del INAH intervino en la zona, estudiando, entre otros, el sitio de La Gloria.
El arqueólogo Sergio Sánchez Correa, describió el sitio en concondancia con Noguera, como de características netamente defensivas en su ubicación, para protegerse de las agresiones de grupos rivales. En la prospección del sitio encontraron vestigios de hornos cerámicos, cimientos para habitaciones con restos de muros de grandes adobes, lo cual permitió considerar al sitio como manufacturero de cerámica y de relevante importancia en la región.
Estos rasgos permitieron a los arqueólogos situar la región de La Gloria desde una ocupación que, procede del Clásico temprano (200-450 d.C.) o antes, es continua, presentando su mayor auge poblacional hacia el Clásico tardío (550-750 d. C.) y probablemente del Posclásico (800-1200 d.C.). Esto se infiere por la presencia de elementos teotihuacano idees protocoyotlatelcos.
ILUMINACIONES
Antiguamente, la fiesta que se celebraba en esta ciudad era en el mes de octubre, para honrar al Serafín de Asís, patrono del pueblo; pero con la llegada del padre Manuel de la Vega, por los años 70’s.
En noviembre de 1882, comenzó la bella tradición de las iluminaciones en nuestra industriosa población de San Francisco del Rincón. Iniciadas por el padre Manuel de la Vega, quién construyó el templo de la Purísima Concepción un 22 de Febrero de 1876 al año de titular de este templo; pero la poca asistencia de los feligreses al templo, disgustó al padre y planeó llevar el santo rosario a las calles de nuestra ciudad al siguiente año.
La imagen de la Virgen era llevada al domicilio de alguna familia, donde en unión de los vecinos se celebraban actos religiosos. La calle en donde tocaba la iluminación se adornaba con papel de china picad en colores azul y blanco y se colocaban pequeñas cazuelas llenas de cebo en los pretiles de las casa, las que eran encendidas por las noches.
Tiempo después la rústica iluminación fue sustituida por farolitos hechos de carrizo y forrados con papel de china en los que se colocaban una vela de parafina; hoy son pocas las casas que conservan este detalle.
Se afirma que el padre José María Juárez, extendió las iluminaciones a los barrios tradicionales de San Antonio de la Cebolleta, San Miguel y Los Remedios.
Los eventos realizados eran: quema de fuegos artificiales, jamaicas populares, audiciones musicales, carreras a caballo y corridas de toros.
También se hicieron exhibiciones cinematográficas, sin duda, de las primeras en la ciudad.
Esta bella tradición se vio interrumpida durante tres años, con motivo de la Revolución Cristera de 1926 a 1929.
Etiquetas:
TRADICIONES
Ubicación:
San Francisco del Rincón, GTO, México
QUEMA DE BRUJAS
Una estrategama, hoy leyenda de mediados del siglo pasado, da cuenta del nivel de animosidad en que se encontraba la relación entre los pueblos del Rincón y de los esfuerzos de San Francisco por modificar su vínculo de dependencia comercial con Purísima. El relato y la leyenda comenzaron a urdirse y confundirse, a partir del 31 de diciembre de 1845, cuando tomo posesión por segunda ocasión de la alcaldía francorrinconense Don José Atanasio Guerrero, la primera medida, fue convocar de urgencia a los jueces auxiliares de toda la comprensión d San Francisco. La leyenda dice que se hizo correr la noticia de que ese primer domingo del nuevo año iban a ser exhibidas y quemadas en leña verde dos mujeres del Barrio de la Cebolleta, que habían sido sorprendidas en plena acción de hechicería, sus nombres eran Antonia Lomena y Jacinta Parra.Así no es de extrañar que el día de mercado resultara efectivamente muy concurrido por gente de diversos rumbos del Rincón, acudió a San Francisco para presenciar la quema de las brujas. De paso, ya ahí, habían aprovechado para asistir a misa y hacer su mandado en los variados y surtidos puestos instalados en el jardín.
Transcurrido el día, sin darse mayores razones, pero sin negar el hecho, se supo que la quema había sido pospuesta para el domingo siguiente, el cual se fue suspendiendo hasta que el tercer domingo se llevo a cabo, si no la cremación por lo menos la exhibición y desfile de ambas brujas, muy bien ataviadas con las más obvios y ostentosos implementos de su supuesto oficio, “sirviendo de cabalgadura a una, un asno de mal aspecto que tiraba de la otra del ronzal, y ambas portando las insignias de su supuesta magia, las cuales fueron: el gato coreográfico, unos rosarios de cabos de velas al cuello y otros a manera de penachos de plumas de pavo común en la cabeza”, pero no fueron quemadas.La reputación de San Francisco quedó seriamente deteriorada, ligando a la quema de las brujas, el éxito comercial quedo interpretado como consecuencia de manejos extraños, que no fue difícil imputar a la hechicería y generalizar el atributo a toda la población de San Francisco del Rincón.
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TRADICIONES
Ubicación:
San Francisco del Rincón, GTO, México
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