viernes, 28 de febrero de 2014

LA GLORIA

El conocimiento de asentamientos prehispánicos en nuestro municipio es muy reciente, pues los primeros datos acerca de pobladores indígenas los dio Don Wigberto Jiménez Moreno en los años treinta, en su obra Historia Antigua de León. En esta obra se presenta una fotografía con piezas arqueológicas, una de las cuales es una vasija de barro encontrada en un coecillo del Sauz de Armenta, junto con un sartal de cuentas de barro. Don Wigberto atribuye dichas piezas a la obra de los otomíes o de los purépechas.

La primera investigación de esta zona fue a instancia del C. Francisco Orozco Muñoz, realizada por el arqueólogo Eduardo Noguera en el año de 1934.

En 1945, Noguera escribió un artículo en los Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el cual da una descripción de este sitio arqueológico.

En la ciudad de San Francisco del Rincón, Guanajuato, se encuentra una comunidad conformada por pequeños cerros que forman parte de un sistema de elevaciones sobre la llanura. Sobre la eminencia de mayor altura, llamada cerro del Burro”,se hallan los vestigios arquitectónicos de la época prehispánica. Aproximadamente a 30 kilómetros, en la dirección suroeste de la ciudad de San Fco. Del Rincón.

En 1978, con motivo de la construcción de la presa de La Gavia, el Departamento de Salvamento Arqueológico del INAH intervino en la zona, estudiando, entre otros, el sitio de La Gloria.

El arqueólogo Sergio Sánchez Correa, describió el sitio en concondancia con Noguera, como de características netamente defensivas en su ubicación, para protegerse de las agresiones de grupos rivales. En la prospección del sitio encontraron vestigios de hornos cerámicos, cimientos para habitaciones con restos de muros de grandes adobes, lo cual permitió considerar al sitio como manufacturero de cerámica y de relevante importancia en la región.

Estos rasgos permitieron a los arqueólogos situar la región de La Gloria desde una ocupación que, procede del Clásico temprano (200-450 d.C.) o antes, es continua, presentando su mayor auge poblacional hacia el Clásico tardío (550-750 d. C.) y probablemente del Posclásico (800-1200 d.C.). Esto se infiere por la presencia de elementos teotihuacano idees protocoyotlatelcos.

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